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DeInterés ASÍ FUERONOS DÍAS DEL GENERAL SALVADOR CIENFUEGOS DURANTE SU DETENCIÓN EN LOS ESTADOS UNIDOS

#DeInterés ASÍ FUERONOS DÍAS DEL GENERAL SALVADOR CIENFUEGOS DURANTE SU DETENCIÓN EN LOS ESTADOS UNIDOS

SalvadorCienfuegos #SEDENA #México #ADN40

*El general en retiro Salvador Cienfuegos dice que aún espera el reconocimiento de que EU se equivocó al acusarlo, no obstante, señaló que no se emprendió acción legal alguna.

  • “Fue una impotencia de no poder hacer ni decir nada… no entiendo por qué estoy aquí, ¿qué hice para merecer esto?”, recordó en entrevista para ADN40
  • “No me arrepiento de nada, estoy muy orgulloso de los que hice y de lo que fui, lo único que pasó fue que me pusieron una piedra en el camino pero que finalmente aquí estoy”, señaló.

Ciudad de México, a 29 octubre 2023

De un día para otro, en el 2020 el general Salvador Cienfuegos pasó de ser el general con el honroso cargo de exsecretario de la Defensa Nacional de México (Sedena) a ser tratado como un presunto criminal en cárceles de Estados Unidos.

Vestido de reo, sin sus medicamentos para la presión arterial, esposado de pies y manos en traslados de uno a otro centro de detención, recluido cerca de los reos más peligrosos, la única explicación posible de ese maltrato era –según el propio Cienfuegos– que lo querían «doblegar, romper con su fortaleza», dijo al periodista Jorge Fernández Meléndez, en entrevista para ADN40Mx a quien aseveró además que en todo momento se mantuvo «serio, digno y protestando”.

Durante la entrevista a Fernández Meléndez para ADN 40, Cienfuegos relató por primera vez ante cámaras de televisión cómo vivió esos días detenido en Estados Unidos, acusado de supuestos nexos con el narcotráfico, y cómo volvió a México sin acusaciones ni juicio, como hombre libre.

“Fue una impotencia de no poder hacer ni decir nada… no entiendo por qué estoy aquí, ¿qué hice para merecer esto?”, recordó en entrevista.

Mi captura en EU fue para afectar y agredir al Estado mexicano

De acuerdo con el general, se intentó dañar a México y se reitera inocente.

“No me arrepiento de nada, estoy muy orgulloso de los que hice y de lo que fui, lo único que pasó fue que me pusieron una piedra en el camino pero que finalmente aquí estoy”, señaló.

Esa piedra fue la acusación de vínculos con narcotraficantes de Nayarit contenida en un expediente de 743 páginas, razón por la que fue detenido el 15 de octubre de 2020, en Estados Unidos, cuando realizaba un viaje con su familia.

Pero Cienfuegos regresó a México el 19 de noviembre del mismo año, sin acusación ni explicaciones.

“Llevo esperando 2 años y 8 meses a que digan que se equivocaron, pero no hubo nada de eso”, dijo a Fernández Meléndez.

Cienfuegos relató que al momento de su detención en el Aeropuerto de Los Ángeles, en Estados Unidos, y después de horas de espera fue llevado ante agentes de la Administración de Control de Drogas (DEA por sus siglas en inglés).

“Me dijeron usted El Padrino o El Zepeda. (…) Me dijeron tenemos más de 1,000 llamadas de usted entre el H-2 y el H-9. (Pero hasta hoy) no han presentado una sola”, advierte.

“Cuando me detuvieron esas personas decían que era 10 años por cada delito… eran unos 40 años, pensé que no regresaría», añado el exsecretario durante el gobierno de Enrique Peña Nieto.

El “H-2” era Juan Francisco Patrón Sánchez y el “H9” Isaac Silva Gárate, ambos vinculados con el Cártel de los Beltrán Leyva, que Cienfuegos niega conocer. Tampoco, aseguró, estuvó en su mano realizar actividades de protección o cobros de sobornos como revelarían supuestas “pruebas”, en unos mensajes de celular.

En territorio estadunidense Cienfuegos Zepeda estuvo en tres centros de detención. En Los Ángeles, en El Cimarrón, en Oklahoma –como parada intermedia– y en Nueva York.

Tras ser retenido en el aeropuerto y tras entrevistarse con los agentes de la DEA se despidió de su familia y ahí comenzó todo.

“Entró a esa oficina y ahí empieza lo que yo diría es el calvario, para empezar me esposaron, nunca había yo estado en ningún problema. Me esposan como un criminal”, señala.

En el primer sitio, relata, ingresó tras una revisión “indignante” de todo su cuerpo y estuvo incomunicado 24 horas. Supo después que esa estancia ahí de 14 días fue parte del protocolo por el covid, pero igual fue una prisión.

Ahí, con permiso para bañarse cada cuatro días, vivió en un ambiente hostil, pues fue llevado al área de reos con enfermedades siquiátricas: “En las noches (otros reos) gritaban, golpeaban puertas. En el día se peleaban entre ellos”.

“Nunca me dieron ropa para cubrirme del frío, que ya empezaba. Uno puede adquirir ciertos artículos en la tienda de la prisión, las pide un martes, aquí se le entregan el martes siguiente, todos los martes o dos que estuvé pedí que me dieran unos pants, que yo los iba a pagar. Mi familia depositó un recurso para que yo pudiera pedir lo que necesitara y nunca me los dieron.

“Solamente me dieron un mini jabón, un cepillo de dientes pequeñito, una pasta dental de gel, una toalla y nada más, no había espejo, no había papel del baño, ocasionalmente había agua”, añadió.

“Hubo un preso, un méxicoamericano, siempre le voy a agradecer, él me llevaba la comida, en la comida me pasaba un lápiz, papel, un cuaderno, una cuchara, que yo no tenía”, recordó el general en la entrevista.

Ahí escribió notas útiles para su defensa. Pero recordó que todo se lo quitaron para el trasladarlo.

Cienfuegos quedó exonerado por «pruebas ilegales», pero EU aún puede proceder
Fue –relató Cienfuegos– llevado a El Cimarrón, en Oklahoma, esposado de pies y manos, con un inmovilizador adicional que le lastimó las manos.

“A mí me conducen junto con un chino a una celda que está asquerosa” y luego fueron movidos a otra en la que, recuerda, recién habían estado reos con Covid.

En otras celdas, también aislados, Cienfuegos estuvo cerca de reos peligrosos, Maras Salvatrucha y otros.

De su contacto en el exterior, Cienfuegos agradeció el apoyo de la Cónsul de México en Los Ángeles, la embajadora Marcela Celorio, y también la intervención del presidente Andrés Manuel López Obrador, lo que le permitió salir libre y regresar a México, pero insiste.

No hay en Estados Unidos –reitera– ni reconocimiento de su error ni disculpas públicas.Pero admitió que firmó, antes de salir de territorio estadunidense, no emprender reclamación o acción legal alguna.

Cienfuegos fue detenido en octubre de 2020 por autoridades de Estados Unidos por presuntos nexos con el crimen organizado. Unas semanas después, se le envió a México, donde fue exonerado.

La entrevista publicada la noche de este sábado, unos días después de que el general volviera a la polémica por ser condecorado.

Información de ADN 40 y Expansión

SalvadorCienfuegos #SEDENA #México #ADN40

*El general en retiro Salvador Cienfuegos dice que aún espera el reconocimiento de que EU se equivocó al acusarlo, no obstante, señaló que no se emprendió acción legal alguna.

  • “Fue una impotencia de no poder hacer ni decir nada… no entiendo por qué estoy aquí, ¿qué hice para merecer esto?”, recordó en entrevista para ADN40
  • “No me arrepiento de nada, estoy muy orgulloso de los que hice y de lo que fui, lo único que pasó fue que me pusieron una piedra en el camino pero que finalmente aquí estoy”, señaló.

Ciudad de México, a 29 octubre 2023

De un día para otro, en el 2020 el general Salvador Cienfuegos pasó de ser el general con el honroso cargo de exsecretario de la Defensa Nacional de México (Sedena) a ser tratado como un presunto criminal en cárceles de Estados Unidos.

Vestido de reo, sin sus medicamentos para la presión arterial, esposado de pies y manos en traslados de uno a otro centro de detención, recluido cerca de los reos más peligrosos, la única explicación posible de ese maltrato era –según el propio Cienfuegos– que lo querían «doblegar, romper con su fortaleza», dijo al periodista Jorge Fernández Meléndez, en entrevista para ADN40Mx a quien aseveró además que en todo momento se mantuvo «serio, digno y protestando”.

Durante la entrevista a Fernández Meléndez para ADN 40, Cienfuegos relató por primera vez ante cámaras de televisión cómo vivió esos días detenido en Estados Unidos, acusado de supuestos nexos con el narcotráfico, y cómo volvió a México sin acusaciones ni juicio, como hombre libre.

“Fue una impotencia de no poder hacer ni decir nada… no entiendo por qué estoy aquí, ¿qué hice para merecer esto?”, recordó en entrevista.

Mi captura en EU fue para afectar y agredir al Estado mexicano

De acuerdo con el general, se intentó dañar a México y se reitera inocente.

“No me arrepiento de nada, estoy muy orgulloso de los que hice y de lo que fui, lo único que pasó fue que me pusieron una piedra en el camino pero que finalmente aquí estoy”, señaló.

Esa piedra fue la acusación de vínculos con narcotraficantes de Nayarit contenida en un expediente de 743 páginas, razón por la que fue detenido el 15 de octubre de 2020, en Estados Unidos, cuando realizaba un viaje con su familia.

Pero Cienfuegos regresó a México el 19 de noviembre del mismo año, sin acusación ni explicaciones.

“Llevo esperando 2 años y 8 meses a que digan que se equivocaron, pero no hubo nada de eso”, dijo a Fernández Meléndez.

Cienfuegos relató que al momento de su detención en el Aeropuerto de Los Ángeles, en Estados Unidos, y después de horas de espera fue llevado ante agentes de la Administración de Control de Drogas (DEA por sus siglas en inglés).

“Me dijeron usted El Padrino o El Zepeda. (…) Me dijeron tenemos más de 1,000 llamadas de usted entre el H-2 y el H-9. (Pero hasta hoy) no han presentado una sola”, advierte.

“Cuando me detuvieron esas personas decían que era 10 años por cada delito… eran unos 40 años, pensé que no regresaría», añado el exsecretario durante el gobierno de Enrique Peña Nieto.

El “H-2” era Juan Francisco Patrón Sánchez y el “H9” Isaac Silva Gárate, ambos vinculados con el Cártel de los Beltrán Leyva, que Cienfuegos niega conocer. Tampoco, aseguró, estuvó en su mano realizar actividades de protección o cobros de sobornos como revelarían supuestas “pruebas”, en unos mensajes de celular.

En territorio estadunidense Cienfuegos Zepeda estuvo en tres centros de detención. En Los Ángeles, en El Cimarrón, en Oklahoma –como parada intermedia– y en Nueva York.

Tras ser retenido en el aeropuerto y tras entrevistarse con los agentes de la DEA se despidió de su familia y ahí comenzó todo.

“Entró a esa oficina y ahí empieza lo que yo diría es el calvario, para empezar me esposaron, nunca había yo estado en ningún problema. Me esposan como un criminal”, señala.

En el primer sitio, relata, ingresó tras una revisión “indignante” de todo su cuerpo y estuvo incomunicado 24 horas. Supo después que esa estancia ahí de 14 días fue parte del protocolo por el covid, pero igual fue una prisión.

Ahí, con permiso para bañarse cada cuatro días, vivió en un ambiente hostil, pues fue llevado al área de reos con enfermedades siquiátricas: “En las noches (otros reos) gritaban, golpeaban puertas. En el día se peleaban entre ellos”.

“Nunca me dieron ropa para cubrirme del frío, que ya empezaba. Uno puede adquirir ciertos artículos en la tienda de la prisión, las pide un martes, aquí se le entregan el martes siguiente, todos los martes o dos que estuvé pedí que me dieran unos pants, que yo los iba a pagar. Mi familia depositó un recurso para que yo pudiera pedir lo que necesitara y nunca me los dieron.

“Solamente me dieron un mini jabón, un cepillo de dientes pequeñito, una pasta dental de gel, una toalla y nada más, no había espejo, no había papel del baño, ocasionalmente había agua”, añadió.

“Hubo un preso, un méxicoamericano, siempre le voy a agradecer, él me llevaba la comida, en la comida me pasaba un lápiz, papel, un cuaderno, una cuchara, que yo no tenía”, recordó el general en la entrevista.

Ahí escribió notas útiles para su defensa. Pero recordó que todo se lo quitaron para el trasladarlo.

Cienfuegos quedó exonerado por «pruebas ilegales», pero EU aún puede proceder
Fue –relató Cienfuegos– llevado a El Cimarrón, en Oklahoma, esposado de pies y manos, con un inmovilizador adicional que le lastimó las manos.

“A mí me conducen junto con un chino a una celda que está asquerosa” y luego fueron movidos a otra en la que, recuerda, recién habían estado reos con Covid.

En otras celdas, también aislados, Cienfuegos estuvo cerca de reos peligrosos, Maras Salvatrucha y otros.

De su contacto en el exterior, Cienfuegos agradeció el apoyo de la Cónsul de México en Los Ángeles, la embajadora Marcela Celorio, y también la intervención del presidente Andrés Manuel López Obrador, lo que le permitió salir libre y regresar a México, pero insiste.

No hay en Estados Unidos –reitera– ni reconocimiento de su error ni disculpas públicas.Pero admitió que firmó, antes de salir de territorio estadunidense, no emprender reclamación o acción legal alguna.

Cienfuegos fue detenido en octubre de 2020 por autoridades de Estados Unidos por presuntos nexos con el crimen organizado. Unas semanas después, se le envió a México, donde fue exonerado.

La entrevista publicada la noche de este sábado, unos días después de que el general volviera a la polémica por ser condecorado.

Información de ADN 40 y Expansión

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